Quienes que viajen por Europa y quieran recorrer el continente por ferrocarril tienen muchas opciones. Por un lado, los abonos para tren ofrecen opciones impresionantes para viajar dentro de un país o una región. Sin embargo, es más barato recorrer algunas rutas ferroviarias si compras boletos de un punto a otro en vez de un abono. Si estás tratando de decidir entre comprar o no un abono para un viaje a Europa, considera lo siguiente:
– ¿Qué tan largos son tus viajes? Los viajes cortos por ferrocarril suelen ser más económicos si los pagas “a la carta” en vez de usar un abono. Viajar entre Amberes, Bruselas y Brujas, en Bélgica, por ejemplo, puede costar hasta 100 dólares menos por adulto si compras boletos en vez de un abono.
– ¿Qué tan cómodo te sientes al comprar boletos? Con frecuencia, comprar boletos de un punto a otro significa esperar en una fila en la estación de trenes y adquirir tu boleto en persona, lo que puede ser difícil si no hablas el lenguaje y no estás acostumbrado a viajar por tren. Por otra parte, con un abono para tren puedes simplemente subir al tren y mostrar el abono al conductor para que lo valide. Sólo asegúrate de investigar un poco sobre la ruta con anticipación, porque necesitarás una reservación para ciertos trenes.
– ¿Puedes conseguir un abono que se ajuste perfectamente a tus necesidades? Los abonos para tren vienen en muchas variedades. A menos que estés planeando un viaje en verdad ambicioso, es poco probable que necesites el Eurail Global Pass, que es bueno en las líneas ferroviarias públicas en la mayor parte de Europa. Para que sea costeable, tienes que atravesar el continente de punta a punta y de arriba abajo. Si tus planes de viaje son más modestos, quizá te sirva más el Select Pass, válido en cuatro países colindantes; o quizá un abono que cubra una región, como Escandinavia, o un abono para un solo país.