Roma se conoce como la llamada Ciudad Eterna, ya que se caracteriza porque el arte y la historia se respira en cada uno de sus monumentos, los cuales han pervivido desde el antiguo Imperio Romano.
La capital de Italia es un viaje al pasado donde podemos conocer las reliquias que se heredaron de sus diferentes épocas de máximo explendor: El Foro y el Palantino, el Coliseo, el Panteón de Agripa, la Fuente de Trevi, la Plaza del Capitolio, entre otros, son las huellas de grandes artistas renacentistas.
Debido a que el corazón de la iglesia católica, es decir el Estado del Vaticano, se encuentra dentro de Roma, ésta última se conoce como la capital de dos Estados.
Al visitar esta hermosa ciudad no puedes perderte algunos de sus monumentos. No sólo por ser los lugares más importantes de la ciudad, sino porque son los que la hacen famosa, haciendo que su pasado no haya pasado.
El Coliseo Romano
El también llamado Anfiteatro Flavio, en honor de la dinastía de los emperadores Flavios, es uno de los monumentos más famosos de la Antigüedad clásica. Es un anfiteatro de la época del Imperio romano, construido en el siglo I y ubicado en el centro de la ciudad de Roma. Su nombre Coliseo, por el que se le conoce actualmente, se debe a una gran estatua que había cerca, el Coloso de Nerón.
En 1980 fue declarado por la Unesco Patrimonio de la Humanidad y en 2007 una de Las Nuevas Siete Maravillas del Mundo Moderno.
El Foro Romano, el Palatino y el Aventino
El Foro Romano y el Palatino son las zonas centrales en las que se desarrolló la antigua Roma, son semejantes a las plazas centrales en las ciudades actuales, donde se encuentran las instituciones de gobierno, mercado, negocios, vida cotidiana y religión.
Entre los monumentos más importantes en esta zona se encuentran Cira, el Templo de Vesta, el Arco de Tito, el Templo de Venus y Marte y el Arco de Septimio Severo. Muy cerca se encuentra la maravillosa colina del Aventino que cuenta con jardines, vistas y construcciones llenas de historia y belleza.
Fuente de Trevi
La Fuente de Trevi es considerada la fuente más famosa del Barroco en Roma y una de las más hermosas en el mundo. De acuerdo con la leyenda, en los tiempos del Emperador Augusto una misteriosa doncella le indicó al general Agripa el emplazamiento del manantial, en las afueras de Roma. Para traer el agua a la ciudad, Agripa construyó un acueducto (terminado el año 19 a.c.), que en honor de la doncella se llamó Acqua Virgo. La tradición es que los visitantes que acuden a ella lanzan una moneda de espaldas a la fuente con la intención de volver a la Ciudad Eterna.
Panteón de Agripa
El Panteón de Agripa es un templo circular construido a comienzos del imperio romano y es dedicado a todos los dioses. El emperador Focas lo cedió al papa Bonifacio IV en el año 608. Tanto por sus grandiosidad y armonía, como por su situación en una zona siempre habitada de Roma, fue y sigue siendo un símbolo de la Roma eterna.
Plaza del Capitolio
Se encuentra situada en la cima de la colina capitolina en Roma y es la primera plaza moderna que se diseño en esta capital.
El diseño de esta plaza fue llevado por el gran artista Miguel Ángel Buonarroti, quien la orientó además hacia la basílica de San Pedro. Cambió así su estructura original reconociendo en la iglesia la máxima autoridad de Roma.