En Royal Holiday sabemos que estar embarazada cambia todo, incluyendo la forma como viajas. Luego de formar una familia, pueden pasar años para que puedas disfrutar de nuevo una escapada romántica. Por esta razón, mucha gente elige ver el mundo cuando aún espera al bebé. El embarazo afecta de manera diferente a cada mujer, pero puedes viajar sin muchos problemas siempre que tomes un par de precauciones extra y hagas un poco más de planeación.
Empieza con tu itinerario. Si viajas en auto, debes agregar tiempo al trayecto para detenerte a usar el lavabo con mayor frecuencia. También es buena idea empacar más bocadillos de los que llevarías normalmente, e incluir algunos cojines para ayudarte a estar cómoda. El viaje por aire suele presentar mayores dificultades. Antes de reservar tu vuelo, debes revisar las regulaciones de la aerolínea sobre pasajeras embarazadas. Aunque tradicionalmente la fecha límite es 36 semanas, muchas compañías restringen el viaje en fechas anteriores. Prefiere un asiento de pasillo, porque quizá quieras levantarte a caminar y usar el lavabo con frecuencia.
Diviértete en tu viaje, pero ten siempre en mente la seguridad. Es importante planear una visita a tu médico personal antes del viaje para recibir consejo. Cuando estés en el consultorio, pide una nota que indique la fecha programada de nacimiento y una prescripción para medicamentos contra la náusea y antibióticos, en caso de emergencia. Limítate a países con buena infraestructura médica, pero no tengas miedo de disfrutar lo que harías usualmente, siempre que tengas en cuenta tu condición. Dado que el embarazo aumenta la sensibilidad al sol, asegúrate de llevar un bloqueador solar con FPS alto. La hidratación es igualmente importante, así que bebe mucha agua embotellada todos los días, y evita el agua no-tratada y los alimentos crudos cuando estés en el extranjero.