De muchas formas, el souvenir constituye un componente subestimado del arte del buen viajar. Si esperas hasta el último minuto para comprar un pequeño recuerdo, es posible que termines eligiendo una pieza de recuerdo de mal gusto que metes en un armario en vez de exhibirla con orgullo. Prueba los siguientes tips para asegurarte de que siempre estarás feliz con los artículos que lleves a casa para recordar tus viajes.
– Compra objetos locales. Más que pasar por un montaje turístico con artículos llamativos y producidos en masa expresamente para servir como recuerdos, sé un poco más creativo. Trata de encontrar un artesano local y compra algo suyo que se ajuste a tu gusto individual. Si encuentras un artículo genial en una magnífica tienda, tendrás una historia que unir al objeto que llevas a casa.
– Prueba con objetos prácticos. Un artículo con alguna función, ya sea decorativo como una obra de arte o usable como una bufanda o joyería, te dará más vida que una pequeña baratija. Los recuerdos que puedes usar o mostrar también te dan mayores oportunidades de recordar tu viaje si se convierten en una parte regular de tu vida.
– Lleva algunos alimentos empacados. Si desarrollas gusto por un antojo local en particular, tráelo a casa contigo. Sólo asegúrate de que sea algo empacado y bien conservado, que se mantendrá por mucho tiempo, y en todo caso asegúrate de comerlo antes de que se eche a perder.
– Elige una excentricidad. Algunos de los mejores souvenirs no vienen de las tiendas. Si encuentras un artículo interesante que alguien más ha desechado, quizá seas capaz de convertirlo en un recuerdo de viaje. La creatividad te ayudará mucho si eliges esta opción.
– Un artículo que refleje tus intereses. Si eres aficionado al café, por ejemplo, quizá quieras coleccionar tazas de los cafés que frecuentas durante tus viajes. Como otros artículos prácticos, aquellos que reflejan tus intereses pueden servir como recordatorios continuos de tu viaje, además de ser tema de conversación.