El seguro del viajero ofrece protección contra los costosos percances que podrían ocurrir cuando una persona viaja. Este tipo de póliza suele cubrir gastos médicos derivados de un accidente o una enfermedad, pérdidas financieras debidas al extravío del equipaje e incluso problemas causados por vuelos perdidos o agencias de viajes en quiebra. Pero dado que los riesgos financieros varían en cada viaje, y aunque en ciertos casos un seguro del viajero puede ser muy útil, en ocasiones es mejor no contratarlo.
Antes de decidir si adquirirás o no un seguro del viajero, debes verificar con qué cobertura cuentas ya. La póliza de seguro de tus inquilinos o arrendadores puede cubrir pérdidas por robo, incluso si ocurren mientras estás de viaje. Quizá el seguro de tu auto te proteja cuando conduces en el extranjero, y tu seguro médico podría ofrecerte alguna cobertura. Las tarjetas de crédito y las membresías a clubes de viajero pueden protegerte asimismo de algunas pérdidas. Para no pagar por cobertura que no necesitas, revisa con cuidado tus pólizas vigentes.
Una vez que sepas de qué cobertura dispones, puedes adquirir un seguro que cubra cualquier hueco. Para conseguir el mejor precio, es buena idea utilizar una compañía de seguros establecida en vez de comprarlo directamente con un operador de excursiones o agente de viajes. Asegúrate de leer todo el contrato, incluyendo la letra pequeña. Algunas pólizas de seguro ofrecen cobertura primaria, pero otras sólo pagarán si tus demás aseguradoras no cubren algún cargo. Además, algunas pólizas pagan directamente, mientras que otras te ofrecen reembolso después del hecho.
El precio de la cobertura varía, pero puede llegar hasta 10 por ciento del costo de tu viaje. Adquirir protección o no hacerlo es una decisión personal, pero puede ayudarte el considerar la magnitud del riesgo que correrás al viajar sin seguro. Si lo peor que podría ocurrirte es una irritación financiera, como tener que pagar cargos adicionales por cambiar de vuelo si necesitas cancelar tu viaje en el último minuto, quizá no valga la pena pagar por el seguro. Por el contrario, asegurarte contra la posibilidad de pagar decenas de miles de dólares por un viaje médico en el extranjero bien vale el costo.