Aun si eres un dedicado entusiasta de las playas, es posible que no hayas conocido o incluso oído hablar de todos los distintos tipos de playas en el mundo. Las playas se forman por el efecto de numerosas fuerzas. La cantidad y el tipo de acción del oleaje definen el tamaño de los granos de arena. Las rocas y otros materiales disponibles alteran el aspecto de la arena, de su color a su textura, y la propia arena afecta el declive de la playa. Si quieres ver una amplia variedad de playas en tus viajes, busca las siguientes:
Playas de arena blanca. Las playas de arena blanca producen hermosas fotografías cuando ésta contrasta con vegetación frondosa y mares y cielos azules, y son muy populares. En la mayoría de los casos, la arena de estas playas consiste de cuarzo o de pequeños trozos de coral.
Playas de arena negra. En el otro extremo del espectro de color, las playas cerca de fuentes de roca oscura, como el basalto volcánico de Hawái, pueden aparecer de un color gris oscuro o negras.
Playas de conchas. Unas pocas playas en el mundo están hechas completamente de conchas marinas. Su composición varía, pero pueden encontrarse ejemplos en Australia, Sudáfrica y los Estados Unidos.
Playas de arena roja. Las costas con grandes depósitos de rocas ricas en hierro y piedra volcánica pueden adquirir un color rojo brillante. Hawái tiene una playa de arena roja, Grecia tiene otra, y las islas Galápagos, frente a las costas de Ecuador, tienen una tercera.
Playas de arena verde. Algunos lugares tienen playas con arena verde, derivadas de cristales del mineral olivina. Cuando la acción de las olas erosiona los granos más ligeros de la arena, sólo queda la olivina, más pesada, dando así a las playas un tono de otro mundo.
Playas de rocas geométricas. Quizá no sean las mejores para tenderse al sol o ir a nadar, pero algunas playas del mundo lucen impactantes distribuciones rocosas. La Calzada de los Gigantes en Irlanda está hecha con cierta clase de basalto que se fractura de manera que deja pilares hexagonales interconectados, que se ven demasiado regulares para ser naturales.