A pesar de compartir los mismos aviones y hoteles, los viajeros de negocios tienen poco en común con los vacacionistas que se encuentran en el camino. Viajar por trabajo incluye a menudo todo el estrés de las vacaciones, pero sin la diversión. Lidiar con las aerolíneas, recorrer ciudades extranjeras y manejar el jet-lag parece mucho mejor teniendo a la vista una playa, que una sala de juntas. Sin embargo, los viajeros de negocios pueden evitar el sufrimiento e incluso disfrutar algo de diversión.
Los viajeros de negocios habituales disfrutan algo que los vacacionistas no: experiencia. La mayor parte de la gente hace uno o dos viajes de vacaciones al año, como máximo, mientras que los viajeros de negocios acostumbran viajar en avión varias veces por mes. Por tanto, los viajeros expertos pueden crear rápidamente una rutina de viaje que elimine todos los factores estresantes. Una idea inteligente es empacar al último los accesorios necesarios, tales como artículos de baño en tamaño de viaje o cables para cargar los aparatos electrónicos. Empacar ligero también puede ser de gran ayuda; viajar con sólo una maleta de mano hace el recorrido del avión al taxi tan corto como caminar de la terminal a la acera.
Muchas personas de negocios trabajan duro para continuar siendo productivos durante su viaje. Otros prefieren combinar trabajo con placer y disfrutar su destino entre reunión y reunión. De cualquier forma, los viajeros de negocios deben investigar suficiente acerca de su locación. Aprender los detalles importantes, como las opciones de transporte de una nueva ciudad, restaurantes y puntos de referencia, puede ser útil al agendar reuniones, buscar opciones para conferencias o venta de productos y anticiparse a conocer las opciones de comida que estarán disponibles. Adicionalmente, entender la distribución básica de la ciudad puede ayudarles a planear las actividades y sedes de la forma más conveniente para su itinerario de trabajo.
Los viajeros de negocios también deberán tener un plan para mitigar los efectos del viaje; nadie está en buena forma cuando tiene jet-lag. Los itinerarios de viaje deberán ser planeados dejando suficiente tiempo para aclimatarse a la nueva zona horaria, siempre que sea posible.